En los 30 años desde que se reestablecieron los gobiernos democráticos, siempre ha predominado el lema neoliberal “la mejor política industrial es no tener política industrial”.
Es evidente que, debido a esa planificada carencia de política industrial, Chile llega tarde al desarrollo industrial moderno. Lo que fue posible, pero no fácil, hace 50 años: recomponer un sector industrial incorporando equipo ferroviario, astilleros, maquinaria vinculada a la producción minero-metalúrgica, insumos mineros y, tal vez, un sector automotriz con vehículos destinados a las crecientes capas medias, se ha dificultado grandemente.
La industria automotriz de los tres grandes latinoamericanos, Brasil, México y Argentina, enfrenta una crisis de renovación tecnológica que hasta el momento no tiene solución. Los modelos de autos eléctricos ya en fabricación en serie a nivel mundial son de alto precio y su producción solo resulta financiable para capas de altos ingresos y en países ricos.
El transporte personal, familiar y colectivo, es un caso casi único de gran demanda social con impacto insustituible en la industria nacional y en la que Chile, por su producción actual de acero, cobre y litio, tiene ventajas considerables. No puede abordarse como si fuera la principal exigencia social, sino que debe evaluarse en conjunto con las demandas de las crecientes capas medias y de los trabajadores calificados. Debe considerarse que la formación de ingenieros civiles especializados debe actualmente orientarse mayormente a trabajos de mantenimiento, ya que no hay en el país industrias que diseñen y elaboren nuevos productos que requieran verdaderos servicios creativos. Una mayoría de la población exige simultáneamente ser propietaria de su propio hogar, aspira a disponer de una previsión que cubra integralmente su salud y un régimen de pensiones para la vejez. La educación superior debe abordarse de acuerdo a lo que se impulse para el desarrollo económico y social de Chile, al cual se incorporarán las nuevas generaciones.
Angela Mardones F.
La política industrial se debería considerar como un elemento esencial en cualquier política de desarrollo de un país, por medio de ella se puede lograr una mayor capacidad competitiva, más innovación y desarrollo en el uso de los recursos naturales, teniendo como un punto estratégico la buena coordinación entre el sector público y privado.
ResponderEliminarPara la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la política industrial es un componente esencial de cualquier política de desarrollo sostenible, pues es aquella que debe abocarse a reducir la brecha tecnológica entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, orientar los procesos de innovación y difusión de tecnología, la diversificación productiva, y evitar el uso predatorio de los recursos naturales.
ResponderEliminarNo nos referimos entonces a la política industrial basada en la sustitución de importaciones de los años 50 y 60, cuyo fracaso estuvo, entre otras razones, en el excesivo proteccionismo comercial y la ausencia de coordinación económico-estratégica regional; sino que estamos hablando de la política industrial moderna, aquella que reconoce al sector privado como el principal motor de emprendimiento e innovación,
ResponderEliminarSe trata de una política que incorpora la innovación, el progreso técnico, la igualdad y la sostenibilidad como motores del crecimiento económico, de ahí la importancia de impulsarla, pues solo así avanzaremos en el camino del crecimiento sustentable e inclusivo, disminuyendo las brechas de productividad que existen entre Santiago y las regiones, las pymes y las grandes empresas y entre Chile y los países desarrollados,
ResponderEliminarHola en que para una economía pequeña como la nuestra, estas políticas necesariamente pasan por diversificar las exportaciones. La estrategia de apertura comercial y los múltiples acuerdos comerciales alcanzados por nuestro país, son, sin lugar a dudas, un gran logro; sin embargo, nuestra matriz exportadora es poco diversificada, altamente concentrada en la exportación de commodities y con muy poca presencia de mujeres y de empresas de menor tamaño.
ResponderEliminarLa política industrial, es entonces, el necesario complemento a la exitosa política comercial de Chile y serán, en consecuencia, los aumentos de productividad medidos en el tiempo, combinados con la capacidad de competir tanto en el mercado nacional como internacional, los mejores indicadores de su éxito o fracaso.
ResponderEliminarSin duda, que al igual que en el caso de la política comercial, la política industrial o estrategia de desarrollo productivo, necesitará desplegarse durante varios períodos de gobierno.
ResponderEliminarNecesaria será entonces, la mirada del bien común, pues solo así, podremos generar amplios acuerdos entre los actores sociales y políticos por la vía de procesos de construcción, que debiesen traducirse en el establecimiento de estrategias de largo plazo, que cuenten con financiamiento y que se instalen en un lugar relevante de la agenda país.
ResponderEliminarhola que importante saber que la política industrial es el conjunto de acciones que buscan resolver las distorsiones de mercado; es decir, cuando las asignaciones de libre mercado de los bienes y servicios en la economía no son eficientes.
ResponderEliminarinteresante post importante saber de este tema
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ResponderEliminarla economía chilena está pasando por una de sus más severas
y (probablemente) más prolongadas desaceleraciones en
el último medio siglo. Esta crisis ha puesto en evidencia
un hecho incontrovertible.
Chile está experimentando una desaceleración secular que no está relacionada con malas políticas macroeconómicas sino con un bajón de su crecimiento potencial.
ResponderEliminarMuchos tipos de políticas industriales contienen elementos comunes a otros tipos de prácticas intervencionistas como la política comercial o la política fiscal. Un ejemplo típico de política industrial es la industrialización por sustitución de importaciones.
ResponderEliminarLas políticas industriales son medidas intervencionistas propias de países de economía mixta.
ResponderEliminarQue importante es saber de la Política Industrial en Chile
ResponderEliminarLa política industrial se ve como nociva porque se supone que el Estado carece de la información, de las capacidades y de los incentivos para determinar correctamente si los beneficios de favorecer a ciertos sectores en detrimento de otros superan a los costes.
ResponderEliminarbuen tema para informarse de que se trata la Política Industrial en n nuestro pais
ResponderEliminarLa política industrial de un país es el conjunto de medidas tomadas por sus administraciones públicas para animar el desarrollo y crecimiento de parte o todo el sector de fabricación, así como otros sectores de la economía.
ResponderEliminarLas políticas industriales se dirigen a sectores concretos, a diferencia de las políticas macroeconómicas, que son más amplias y horizontales, como la restricción del crédito o la variación del gravamen a las ganancias del capital.
ResponderEliminarbuena publicación nos informa sobre temas importantes y de forma clara
ResponderEliminarque sigan con los desafíos de política industrial
ResponderEliminarHoy es más claro que nunca que la política industrial es necesaria, ha llegado para quedarse. Pero debemos tener un enfoque muy realista: se trata de un asunto que involucra a la economía política, transformación, microeconomía, diálogo con el sector público y elegir nuevos sectores.
ResponderEliminarEs necesario actualizar las políticas industriales pero reconociendo su importancia como polo de desarrollo en el país incluyendo las nuevas tendencias relacionadas al la sustentabilidad y aporte social.
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